PUNTO PARTIDA:

En Covadonga (257 m.). Orandi

DIFICULTAD:

Media,es larga.

DURACIÓN:

8 horas (ida y vuelta).

DESNIVEL:

930 metros.

MAPA:

55-I del IGN, escala 1:25.000.

DESCRIPCIÓN:

Se inicia la andadura en Covadonga, frente a la Santa Cueva. En el adoquinado que sube al cementerio se coge el camino de Orandi. En un rincón de esta vega se encuentra la gruta que engulle el cauce del río Las Mestas. Resurge de las entrañas de la montaña a los pies de la Virgen de Covadonga, en la misma peña en que comenzó el recorrido.

El paseo a orillas del río es efímero, pues en la campera contigua se afronta la boscosa valleja que sube (Este) a Les Llaceries. Su salida se halla obstruida por el cierre de un prado. Se entra en una propiedad privada, de ahí que se haga obligatorio seguir la vereda que atraviesa la campera en fila de a uno y sin salirse de su rastro. Unos pasos permiten saltar el muro del otro lado, ya en plena majada.

Con rumbo Sudeste se sube al Collao Argomal. El camino evita las bocaminas, encauzado en una valleja secundaria. Ésta vierte a la vaguada principal que conduce a la majada de Severín. Las ruinas se encuentran a un lado de la alomada campera que reconduce el recorrido. Una sucesión de colladas favorece el ondulado caminar. A nuestra izquierda se deja un bebedero improvisado en la roca. En la hondonada contigua se encuentra el bebedero donde se cambia de rumbo.

Se remonta la cuesta de la derecha (Sur), internándose en el bosque, con el fin de pasar a un pasillo de campera paralelo al que se traía. Se sigue en toda su integridad con dirección Oeste. La travesía finaliza en una doble collada. Por la de la izquierda pasa el sendero que faldea a media ladera sobre la hondonada de Tresllué.

La berruga caliza de la Porra la Jermosa se flanquea por la vertiente del río Pelabarda, ofreciendo una panorámica sin fin de la vertiente asturiana del macizo de las Peñas Santas. Al doblar la peña se entra en los pastos de Pandelescolines. Siguiendo la sucesión de lomas, en el rincón opuesto se esconde la majada, al pie del Porru Caballero.

Entre esta peña y el Paré Merín se cuela el sendero que atraviesa hasta la majada de Pelordoña, recóndita vega protegida en las faldas orientales de Piedras Negras, en la vertiente del Pelabarda.

Para coronar la cima de Piedras Negras ha de abrazarse su mole por cualquiera de los flancos que presenta. Por la vertiente de la mencionada cuenca fluvial se cogen los restos de un viejo camino. Se pasa a la meseta opuesta de la montaña. Opción más hermosa por su abierta vista sobre la abertura del Dobra, pero que obliga a una corta trepada por las peñas occidentales de Piedras Negras.

En cualquier caso, coronada la cima, se disfrutará de una bella perspectiva del cañón del Dobra; es la llamada Mecedura Bajera, confluencia con sus afluentes Pelabarda y Junjumia (previamente fusionados en la Mecedura Cimera). Enclavada la cumbre en una pequeña meseta, carece de la espectacularidad de las peñas contiguas, cortadas a tajo sobre las profundidades del Dobra; mas suple su demérito erigiéndose en la montaña madre de este vértice del, por algunos autores, denominado Precornión Norte.

El descenso (Norte - noroeste), por terreno de boscaje y maleza, se interrumpe en la cabecera del amplio valle de Orbiandi. El sendero lo atraviesa por la comba de una collada que interrumpe su configuración natural, desgajando la hondonada del Jou del Agua (al Este) del amplio valle descendente compartido por los restos de las majadas de Orbiandi de Arriba y de Abajo. Su boca inferior se precipita en vetiginosos llambriales sobre las profundidades del Dobra.

El sendero asciende en larga diagonal por el flanco de la sierra que delimita por el norte el valle de Orbiandi, coronando el cordal en la vasta collada del Llano de les Espineres. En esta llanada poblada de espineras se pasa al otra vertiente de la sierra.

Se entra en un caótico mundo de jous y cabezos. Un terreno rompepiernas que conduce a los lomos de un nuevo cordal, paralelo a la cuenca del Dobra. La definida sierra se extiende desde las praderas de la majada de Busnuevu (que se deja bastante más abajo, en la vertiente del cañón del referido afluente del Sella) y las cabañas de Vizcalluenga. Esta majada se extiende por la collada que pone fin al pequeño cordal. Al otro lado se levanta la sierra coronada por los Porros de Vizcalluenga.

Al llegar a Vizcalluenga se afronta un cambio de rumbo. Se gira al Norte, ya en dirección a Covadonga, perdiendo de vista la Sierra de Amieva, omnipresente en este último tramo del recorrido. Una corta valleja baja el sendero hasta la hondonada de Narves, una hermosa fusión de manantiales y sumideros, cabañas y praderas, bosques y matas arbustivas, amenizadas por las pobladas concentraciones de ganado vacuno y caballar que suben de los pueblos del concejo de Cangas de Onís.

En Narves se toma el camino que bordea la sierra de los Porros, en dirección a la majada de Ñajuente. Sin llegar a ésta, más cerca de Narves, se enlaza con el SGR 105, Ruta de las Peregrinaciones (Oviedo - Covadonga). Baja al Norte por las lomas de Soperi de Arriba. Flanqueando las cársticas laderas noroccidentales de Peña Sienra se llega a Peñalba. Al doblar la majada se descubre la basílica de Covadonga, sobresaliendo como en un sueño en el centro de un frondoso bosque.